La financiación ilegal del PSOE: una querella implica al hombre de confianza de Narbona en Acuamed

Una nueva querella en el 'caso Acuamed' apunta directamente al director general de la empresa pública durante la etapa de Cristina Narbona al frente del Ministerio de Medio Ambiente.

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La presidenta del PSOE, Cristina Narbona. (Foto: Europa Press)
Carlos Cuesta

Una nueva querella en el ‘caso Acuamed’ apunta directamente al director general de la empresa pública durante la etapa de Cristina Narbona al frente del Ministerio de Medio Ambiente. La citada querella incluye al siguiente director general –también durante la etapa del PSOE al frente de La Moncloa– y señala con el dedo acusador a la persona de confianza de la ministra responsable de esa empresa pública, Acuamed, de la que la Justicia y la Guardia Civil sospechan que salieron ilegalmente fondos con destino a campañas de publicidad para favorecer el triunfo del PSOE en las elecciones generales de 2008.

OKDIARIO ha desvelado a lo largo de meses la investigación por la Justicia ante las sospechas de financiación ilegal del PSOE a través de Acuamed. El escándalo asciende a más de 21 millones de euros cargados a las concesionarias de las desaladoras y a las cuentas públicas de firma pública con el propósito de realizar campañas de publicidad en favor de Rodríguez Zapatero de cara a las elecciones generales del año 2008 y la citada querella apunta justo en esa dirección. En primer lugar contra el director general, Adrián Baltanás, que estuvo al frente de esta sociedad pública entre los años 2005 a 2009, pues hay que recordar que Narbona, hoy presidenta del PSOE de Pedro Sánchez, lideró el Ministerio de Medio Ambiente entre 2004 y 2008.

Su sucesor en el cargo, Carlos Massa, también está incluido en la querella con los mismos cargos. Este director, que continuó la labor de Baltanás durante el mandato de Zapatero en La Moncloa, estuvo al frente de la sociedad pública entre los años 2009 y 2011. Contra ambos se carga por “malversación de caudales públicos, prevaricación, fraude a la Administración Pública y falsedad documental”. Y se añade una frase que abre la puerta claramente a su superior jerárquico porque la querella se dirige contra ellos y, además, contra “aquellos otros responsables que de la investigación se deduzca”.  Su superior en el Ministerio de Medio Ambiente era Narbona y OKDIARIO ya ha publicado los documentos que acreditan la participación de la actual presidenta del PSOE en la tramitación de las campañas de publicidad investigadas.

La investigación del ‘caso Acuamed’, de hecho, recoge otro audio publicado por este periódico y que corresponde a la declaración en sede judicial de Massa. En esta grabación, el directivo señala que era la dirigente socialista la que realizaba los encargos de las campañas de publicidad. Es más, aclara que en la empresa se afirmaba abiertamente que “si lo ha encargado Narbona, que lo pague Narbona”. Una frase que deja constancia de que, ni siquiera en la propia empresa pública dependiente del Ministerio de Medio Ambiente que comandaba en aquel momento Narbona, se compartía la práctica que se llevaba a cabo.

Si se lo ha encargado Narbona, que se lo pague Narbona. […] Lo que me dijeron mis jefes”. Así de rotunda fue la frase, pronunciada ante el juez Eloy Velasco en 2016, que recordó el que fuera director general de Acuamed, Massa, cuando en la investigación del caso en la Audiencia Nacional le preguntaron por los extraños y cuantiosos contratos que lanzaba esta empresa pública, y que acababan pagando compañías adjudicatarias de los contratos de las desoladoras y que, casualmente, se realizaron cuatro meses antes de las elecciones de 2008 con lemas que defendían puntos de los programas electorales de los socialistas. Hay que recordar que 2008 era año electoral y Zapatero se volvía a presentar para ganar las generales.

Massa, el autor de la declaración, fue director general de Acuamed entre 2009 y 2012 y la frase fue escuchada por el magistrado tras ser preguntado si conocía el contrato entre Acuamed y la agencia de publicidad Bassat Ogilvy, la encargada de esa campaña. El importe de la misma –más de siete millones de euros- fue distribuido entre 30 empresas y abonado por todas ellas. Esas empresas eran adjudicatarias de los contratos de las desaladoras.
Massa añadió en su declaración que “no lo he visto escrito en ningún sitio… Fue el Ministerio de la época, según me han contado, quién decide hacer una campaña de contraimagen”.

La campaña fue promovida por el Gobierno de Zapatero y defendía las desaladoras en contra del trasvase del Ebro, uno de los grandes caballos de batalla del ex presidente socialista y uno de sus grandes fracasos. Sin embargo, la campaña fue encarada para decir lo contrario, para “quebrar el discurso de la oposición”, como se alegó en otro de los informes. Es decir, había que decir que las desaladoras estaban siendo un éxito. La campaña se presentó en el verano de 2007 poco menos de un año antes de las elecciones. Y tuvo el nombre de ‘El mar, fuente inagotable de vida’. El Programa del Agua, programa marco en el que se lanzaba toda la publicidad y promoción, arrancó definitivamente en noviembre de 2007, cuatro meses antes de las elecciones generales, con un coste cercano a los 7,5 millones de euros en publicidad.

Y Narbona fue quien ordenó cargar a estas empresas la campaña y, además, cargar a las cuentas de Acuamed otra campaña de publicidad de 7 millones de euros con un único fin político. El fin último de la campaña de la empresa pública de aguas no era otro que «la quiebra interna del discurso de la oposición», es decir, del PP.

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